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Las restricciones en las ciudades derivadas de los acuerdos de París y el auge del comercio electrónico potenciarán la logística de última milla

● Las ciudades españolas con más de 50.000 habitantes deberán crear una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) antes de 2023 y el e-commerce seguirá creciendo por lo que, será necesario acelerar la dinamización del microhub urbano de última milla.

● Sin intervenciones, las emisiones de CO2 provocadas por los vehículos de transporte de mercancías crecerán un 32%.

● Los consumidores cada vez solicitan más pedidos a domicilio y actualmente el 50% está dispuesto a pagar un 10% más para que sus entregas sean más respetuosas con el medioambiente.

Madrid, 19 de enero. –Miebach Consulting, empresa de consultoría e ingeniería especializada en logística y cadena de suministro, ha elaborado un White Paper para MERLIN Properties bajo el título «Distribución Urbana para e-commerce: utilización de hubs urbanos como alternativa a los envíos directos en la última milla» en el que se analiza la situación actual en la que se encuentra la logística de última milla o last mile y da respuesta a las necesidades presentes y futuras de los operadores en este segmento en el que la compañía tiene un fuerte compromiso desde hace tiempo.

Entre las conclusiones del informe destaca que los acuerdos de París y las consiguientes restricciones de circulación que se implementarán para alcanzar las emisiones netas cero en 2050, junto con el auge del e-commerce, acelerarán la dinamización del microhub urbano de última milla. Estos son algunos de los factores que Miebach indica y que permiten entender la evolución natural que vivirá la última milla.

En lo que respecta al e-commerce, se trata del gran beneficiado de estos hubs frente al resto de modelos de distribución dado que no existen limitaciones de peso, ni temperatura o distancia con los clientes. Además, está en pleno proceso de transformación aupado por la llegada del COVID-19 por lo que, es esencial conocer dónde están los principales consumidores de esta plataforma y saber cómo operar para que las entregas sean efectivas y tengan un menor calado medioambiental. El número de operaciones en esta industria está alcanzando un volumen que no estaba previsto (los envíos han crecido en torno a un 22% y continuarán haciéndolo como mínimo hasta 2026) y ha añadido una carga excesiva de tráfico en un entorno urbano que, de por sí, ya estaba saturado y la logística de última milla puede ayudar a paliar los problemas que esto genera.

A esto se suma un contexto en el que el consumidor cada vez demanda más poder elegir horas de entrega y modificarlas si es necesario, así como agrupar los envíos en una única entrega en sus domicilios, y al tiempo busca soluciones sostenibles (el 50% declara estar dispuesto a pagar un 10% más para que sus entregas sean más respetuosas con el medioambiente). Un motivo más por el que el last mile puede jugar un papel clave en el desarrollo del e-commerce.

Algunas de las ventajas que ofrece el uso de hubs urbanos a los operadores de este sector es la posibilidad de realizar los trayectos de entrega en vehículos eléctricos o bicicletas (ambas opciones mucho más económicas que las furgonetas), mayor flexibilidad de estacionamiento al usar vehículos más ligeros, abaratamiento de la entrega al tener mayor proximidad con el destinatario, mayor adaptabilidad al horario deseado por el cliente así como mayor cumplimiento del mismo, o un menor número de entregas fallidas. Sin embargo, según apunta este White Paper elaborado para MERLIN, entre los elementos a considerar para garantizar la rentabilidad del uso de hubs urbanos estarían el incremento de costes derivados de la necesidad de mayor manipulación, más transporte al tener que contar con un segundo arrastre y actualización de flotas.

Finalmente, el documento también muestra que en 2018 en Europa había alrededor de 100 ciudades con zonas de bajas emisiones restringidas al tráfico y ninguna que fuera cero emisiones. Sin embargo, en los últimos 3 años esta situación se ha acelerado y ya hay más de 250 ciudades con zonas de bajas emisiones y 25 con zonas cero emisiones. En lo que respecta a España, las limitaciones se van a incrementar ya que las ciudades con más de 50.000 habitantes deberán crear una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) antes de 2023 por lo que, los ayuntamientos deberán aplicar medidas en consecuencia ya que, sin intervenciones, las emisiones de CO2 provocadas por los vehículos de transporte de mercancías crecerán un 32% hasta 2030.

El compromiso de MERLIN Properties con la logística de última milla

Para responder al auge del last mile, actualmente MERLIN ya dispone de naves de última generación en la primera corona, diseñadas para operaciones de e-commerce en Madrid, Barcelona y Sevilla, y continúa trabajando en nuevos desarrollos como el proyecto San Fernando III, en Madrid. En este sentido, Julián Villena, director de Asset Management de Logística en MERLIN apunta que «gracias a esta anticipación, la compañía ha adquirido el conocimiento necesario para liderar la implantación de este modelo en España y, además, seguiremos invirtiendo recursos para que nuestros inmuebles estén preparados en el momento que tengan que absorber esta nueva demanda que se consolidará en los próximos años».